Por Redacción - 18 Octubre 2024
En la última década, la televisión lineal ha experimentado un descenso significativo en su popularidad, siendo superada por plataformas digitales que ofrecen una flexibilidad y personalización que el medio tradicional no puede igualar. Este fenómeno es el resultado de un cambio radical en los hábitos de consumo de los usuarios, quienes prefieren ver contenido bajo demanda a través de servicios como Netflix, YouTube y otras plataformas OTT. Las audiencias buscan adaptarse a sus horarios, y la televisión, con su programación fija, ha perdido terreno ante esta nueva realidad.
La penetración de servicios de streaming ha crecido de forma exponencial. En 2023, Netflix superó los 230 millones de suscriptores, un indicativo claro de que los consumidores valoran la capacidad de acceder a una amplia variedad de contenido en cualquier momento. Esto se traduce en un tiempo promedio de visualización de televisión tradicional que disminuye, especialmente entre los jóvenes de 18 a 34 años, quienes ven aproximadamente un 50% menos de TV lineal que hace una década. Esta tendencia se ve respaldada por estudios que revelan que el consumo de contenido digital sigue en aumento, mientras que los usuarios muestran una mayor preferencia por experiencias personalizadas.
A pesar de que la televisión lineal todavía domina el consumo audiovisual en España, con un 76.2% según el Consumo Audiovisual SEP, es crucial matizar esta cifra. La audiencia de la televisión está compuesta principalmente por personas mayores, mientras que los jóvenes gravitan hacia plataformas digitales como YouTube y Twitch.
Dentro de una visión más global, el consumo de medios digitales sigue en constante crecimiento. La televisión, aunque todavía fuerte, se enfrenta a un público que cada vez opta más por contenidos bajo demanda. En septiembre de este año, Netflix reportó un crecimiento del 1.9%, lo que sugiere que la transición hacia los medios digitales no solo es una tendencia, sino una transformación estructural en el consumo de contenido. Los anunciantes, conscientes de este cambio, están comenzando a priorizar las plataformas digitales debido a su capacidad para segmentar y medir el impacto de sus campañas con mayor precisión. Aunque los anuncios en televisión siguen alcanzando grandes audiencias, la efectividad y el retorno de inversión que ofrecen plataformas como YouTube son innegables. Esta capacidad de segmentación y el potencial de interacción en tiempo real han desviado los presupuestos publicitarios hacia el ámbito digital de manera masiva.
A la hora de comparar audiencias entre la televisión y plataformas digitales, es esencial considerar las diferencias en sus modelos de consumo.
Segun los datos del Estudio elaborado por DOS30’ con datos de Kantar Media y TVTOP, un programa de televisión, como "El Hormiguero", puede atraer a más de tres millones de espectadores en un momento específico, pero este enfoque no refleja el impacto acumulativo del contenido en YouTube u otras plataformas como Twitch, Kick o Netflix.
La comparativa entre las audiencias de la televisión lineal y las plataformas digitales puede considerarse sesgada si no se toman en cuenta las diferencias en sus modelos de consumo y las características de las audiencias.
Por ejemplo, las cifras de audiencia de creadores como Rubius e Ibai Llanos, aunque son significativamente menores en términos de visualizaciones simultáneas, representan un tipo de consumo diferente. El contenido en plataformas como YouTube o Twitch no solo se consume en el momento de la transmisión, sino que sigue acumulando visualizaciones a lo largo del tiempo. Además, la interacción en tiempo real que permiten estas plataformas (comentarios, "likes", comparticiones) puede generar un nivel de compromiso que va más allá de lo que se observa en la televisión tradicional.
Mientras que la televisión cuenta sus espectadores de manera simultánea, los videos en plataformas digitales pueden seguir acumulando visualizaciones días o semanas después de su publicación, lo que a menudo resulta en cifras globales que superan la audiencia de un programa de televisión tradicional. Además, el alcance de YouTube es potencialmente global. El contenido de una emisión de televisión está geográficamente limitado, mientras que los creadores de contenido en plataformas digitales pueden llegar a audiencias de diferentes idiomas y regiones del mundo. Por tanto, comparar audiencias sin tener en cuenta estas variables puede llevar a conclusiones engañosas, ya que la televisión y YouTube operan bajo lógicas de distribución y consumo completamente diferentes.
Además, la interactividad que ofrecen los medios digitales es otra de las razones que favorecen su ascenso. A diferencia de la televisión, que actúa como un medio pasivo, plataformas como Twitch o YouTube fomentan la participación activa del espectador. Esta interacción en tiempo real puede traducirse en una mayor fidelización del público, haciendo que el compromiso con el contenido sea más significativo que el que se obtiene a través de la televisión convencional. Esto viene a confirmar que aunque la televisión lineal todavía tiene un lugar en el panorama audiovisual, está siendo devorada por la inmediatez, la personalización y la accesibilidad de los medios digitales. A medida que las generaciones más jóvenes continúan tomando las riendas del consumo de contenido, es probable que esta tendencia hacia la digitalización y la interactividad se acelere, dejando a la televisión lineal en un papel cada vez más marginal.