Por Redacción - 6 Mayo 2024
En uno de sus últimos artículos, Enrique Dans, profesor de Innovación y Tecnología en IE, ha realizado un análisis en el que plantea una advertencia contundente sobre los peligros que representa la publicidad hipersegmentada para el desarrollo futuro de la inteligencia artificial, especialmente en el ámbito de los asistentes de IA generativa. Para respaldar su posición, recurre a un artículo publicado en el MIT Tech Review por Nathan Sanders y Bruce Schneier, titulado "No cometamos los mismos errores con la IA que cometimos con las redes sociales", donde se explora la nocividad de la publicidad hipersegmentada en el contexto de las redes sociales.
En su artículo titulado “La publicidad es el mayor peligro para el futuro de la inteligencia artificial”, Dans argumenta que la implementación de la publicidad hipersegmentada en las redes sociales provocó una burbuja de expectativas exageradas sobre su eficacia, alimentada por la creencia de que esta forma de publicidad era mucho más efectiva que los métodos tradicionales. Sin embargo, la realidad demostró lo contrario: la publicidad hipersegmentada no resultó ser tan eficaz como se esperaba y, en muchos casos, se convirtió en un terreno fértil para clics fraudulentos y métricas de tráfico manipuladas.
Dans sostiene que adoptar un modelo similar de publicidad para la IA generativa sería un grave error, ya que este enfoque podría introducir sesgos en los modelos y socavar su fiabilidad. Además, advierte que este modelo es fácil de implementar y podría volverse omnipresente antes de que se establezcan regulaciones adecuadas para controlarlo. Además señala como una de las principales preocupaciones, el potencial impacto negativo que tendría la publicidad hipersegmentada en la sociedad, ya que podría alimentar la desinformación y la manipulación de manera similar a como ha ocurrido en las redes sociales. En última instancia, el autor aboga por aprender de los errores del pasado y evitar repetirlos en el contexto emergente de la IA generativa, insistiendo en la importancia de establecer regulaciones efectivas que protejan los derechos fundamentales, como la privacidad, y promuevan un uso ético de la tecnología.
La opinión de Enrique Dans genera sin duda puntos de reflexión importantes al destacar sus riesgos e implicaciones, especialmente al confiar en modelos de negocio que se basan en prácticas cuestionables y que pueden tener consecuencias negativas para los usuarios y la sociedad en general. La advertencia de Dans sobre los sesgos y la falta de transparencia que podrían surgir de la publicidad hipersegmentada en el contexto de la inteligencia artificial es relevante. La manipulación de la información y la falta de privacidad son preocupaciones genuinas que merecen una consideración cuidadosa, especialmente en un mundo cada vez más dominado por la tecnología. Sin embargo, también es importante reconocer que la publicidad, en sí misma, no es inherentemente negativa. Puede ser una herramienta poderosa para informar a los consumidores sobre productos y servicios relevantes para ellos. El problema radica en cómo se implementa y se utiliza.
Resulta fundamental no limitarse únicamente a la prohibición de la publicidad hipersegmentada, sino también promover un enfoque más amplio que abogue por prácticas publicitarias que respeten principios éticos y sean transparentes en su funcionamiento. Esto implica no solo regular el uso de datos de manera más estricta para proteger los derechos de los usuarios, sino también establecer estándares claros de responsabilidad empresarial. Además, es esencial fomentar la adopción voluntaria de políticas y códigos de conducta que garanticen la integridad de las comunicaciones publicitarias y que promuevan una relación más equilibrada y respetuosa entre las empresas y los consumidores.
De igual forma, es importante reconocer que la discusión sobre la publicidad hipersegmentada y su relación con la inteligencia artificial no es solo un debate técnico o empresarial, sino que tiene implicaciones profundas para la sociedad en su conjunto. Se trata de equilibrar la innovación tecnológica con la protección de los derechos individuales y la integridad de la información. Por lo tanto, lo que queda de manifiesto es que se necesita un enfoque multidisciplinario y colaborativo que involucre a tecnólogos, legisladores, expertos en ética, consumidores y otros actores relevantes para encontrar soluciones equilibradas y sostenibles.
Otra conclusión adicional que podemos extraer es la importancia de fomentar la alfabetización digital y la educación sobre el uso responsable de la tecnología en la sociedad. A medida que la inteligencia artificial y la publicidad continúan evolucionando, es crucial que los usuarios y consumidores comprendan cómo funcionan estas tecnologías y cómo pueden afectar sus vidas. Promover la conciencia sobre los riesgos y beneficios asociados con la publicidad hipersegmentada y la IA puede empoderar a las personas para tomar decisiones informadas y proteger su privacidad y bienestar en un mundo cada vez más digitalizado. Además, una mayor alfabetización digital puede contribuir a reducir la vulnerabilidad de los usuarios frente a la manipulación y el sesgo al interactuar con sistemas de IA y publicidad en línea. Por lo cual, invertir en la educación digital puede ser una herramienta poderosa para mitigar los impactos negativos y promover un uso más ético y responsable de la tecnología en la sociedad.
