La industria de los eventos ya no es lo que era. Puede parecer una afirmación un tanto drástica, aunque si analizamos la evolución experimentada en los últimos cinco años, podremos observar realidades completamente diferentes.
Sin apenas darnos cuenta, hemos asumido la evolución como algo habitual, dando lugar a importantes transformaciones que podrían habernos requerido mucho más tiempo. No cabe duda que la pandemia ha sido un punto de inflexión en muchos sentidos, pero si ponemos el foco en los eventos, ésta ha sido un catalizador para las experiencias, y ha demostrado que nuestra industria es capaz de adaptarse a los rápidos cambios que la sociedad está experimentando.
Pero la resiliencia no es el único aspecto que reafirma que este gremio ya no es lo que era. Desde 2022, los eventos han recobrado fuerza y se han convertido en un canal clave para las empresas. Según el Informe de Spain Convention Bureau presentado el pasado mes de enero, esta industria ha supuesto un volumen de negocio de 13.367 millones en 2023 en nuestro país, lo que nos sitúa en el top 5 de países en organización de eventos a nivel mundial.
Como consecuencia, el posicionamiento de la industria de los eventos también ha evolucionado. Si bien hace unos años se percibía como el hermano pequeño de la comunicación y un complemento de los planes de las marcas, en la actualidad podemos confirmar que es un elemento fundamental de sus estrategias de marketing y comunicación.
Esta situación también viene dada por la fuerte y rápida transformación tecnológica, que contribuye a esa necesidad de buscar nuevas experiencias, cada vez más impactantes y novedosas, que contribuyan a generar un recuerdo de marca positivo para las audiencias. En este sentido, vemos como las aplicaciones de realidad aumentada o virtual ya son activaciones tangibles en muchos eventos, así como cada vez son más demandadas.
Además, también se suma la transformación de las ciudades españolas. La dotación de infraestructuras para la celebración de grandes eventos en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga, Sevilla o Zaragoza entre otros, evidencian la capacidad del sector en España. Como resultado, vemos que cada vez son más las miradas que se posan en nuestro país, eligiéndolo como destino para la celebración de entregas de premios internacionales, grandes eventos deportivos o conciertos multitudinarios. Además de los habituales eventos corporativos y relativos al mundo MICE.
Estos tres factores han sido determinantes para la transformación de esta industria en un periodo de tiempo tan corto, sin embargo, existe otro, sin el que no habrían sido posibles estos resultados. En un sector tan vocacional como el de los eventos, esta evolución no es posible sin el esfuerzo llevado a cabo por todos sus profesionales – independientemente de que lo aborden desde la perspectiva de las agencias, las marcas o empresas de producción- para poner en valor la gran labor desarrollada día a día.
Y aunque en los últimos años hemos dado pasos de gigante para llegar al posicionamiento actual, el sector de los eventos aún tiene un largo camino por recorrer, explorando nuevas oportunidades para continuar su crecimiento e impactando positivamente en la sociedad.
Nosotros somos fieles creyentes de esta premisa, por lo que seguimos buscando nuevas maneras de ayudar a nuestros clientes, explorando cualquier situación que nos permita impulsar a las marcas y sus objetivos. Unimos pasión y talento para dar vida a proyectos, convirtiendo lo ordinario en algo extraordinario, creando un recorrido visual y sensorial que continúe transformando a las personas.
Todo ello, sin olvidarnos de nuestro compromiso por contribuir en el desarrollo sostenible, la diversidad y la inclusión en todos los aspectos de negocio y adaptándonos ante las diversas necesidades que puedan surgir.